Costa Rica es uno de los países latinoamericanos donde la facturación electrónica es obligatoria para todos los contribuyentes. Desde 2019, la Dirección General de Tributación ha promovido su adhesión y asegurado el cumplimiento de esta obligación a través de diversas iniciativas.
Durante el mes de junio, la entidad llevó a cabo un plan de control tributario en las siete provincias costarricenses, visitando más de 990 negocios para verificar los deberes tributarios y explicar la importancia de su cumplimiento. Esta acción se suma a las medidas de control contra la evasión fiscal que realiza la Administración Tributaria en 2024. El resultado de estas visitas fue la sanción del 30% de los comercios inspeccionados por no emitir comprobantes electrónicos y no aceptar medios alternativos de pago. En total, se emitieron multas por un monto superior a 253 millones de colones.
Así mismo, el pasado mes de julio, la Dirección General de Tributación sancionó a 279 contribuyentes por no emitir comprobantes electrónicos y no aceptar medios alternativos de pago.
No obstante, la negativa a emitir documentos electrónicos no se limita a una sanción pecuniaria de dos salarios base (¢ 924,000 para 2024), sino también al cierre del negocio por 5 días hábiles
Es importante recordar que los contribuyentes inscritos en el Régimen de Tributación Simplificada, si bien no están obligados a emitir comprobante electrónico, sí deben emitir comprobantes impresos cuando el cliente se los solicite. Dicho comprobante impreso debe contener la información del vendedor (razón social, cédula, teléfono, correo electrónico y domicilio), así como indicar que se encuentra acogido al Régimen. De no ser así, podría ser reclasificado a Renta Tradicional por la Administración Tributaria.